J. Martínez.- El nuestro es un sistema social de jerarquía global, sostenido por una minoría para dominar a una mayoría. En esta jerarquía, unos pocos, situados en la cima de la Pirámide del Poder, imponen sus leyes. Se arrogan unos derechos que nos han usurpado a todos los demás. Son los grandes capos de la política y la banca. Han acaparado más dinero que nadie, y a través de él ejercen el control sobre seres humanos y recursos. En las democracias liberales como la española, los gobiernos trabajan para las entidades financieras internacionales y para los intereses del mundialismo. No les importan los estados nacionales ni los intereses de sus habitantes. Las autoridades democráticas son un artificio pensado para responder a necesidades creadas artificialmente para provecho de las grandes empresas multinacionales. Son una herramienta de usurpación del poder por parte de las multinacionales y de clubes selectivos como el de Bilderberg. Las democracias liberales son el biombo tras el cual la esos poderes mueven los hilos.
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PD.- A pesar de los recortes a los ciudadanos, el saqueo a la población continua.
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