Esta historia se remonta 44 años atrás, este chico nació con el cordón umbilical rodeándole el cuello. Los médicos le dijeron a sus padres que tenía daños irreversibles y que nunca podría andar, ni hablar, pero sus padres no renunciaron a buscar lo mejor para su hijo, dándole todo el amor y ayuda posibles. Los padres observaron que su hijo a través de su mirada les transmitía su estado de ánimo, lo que les dió aún más fuerza a los padres por buscar ayuda , hasta que a los 12 años de edad, le pudieron proporcionar un aparato que un grupo de ingenieros habían diseñado, para que personas que sufrian estas discapacidades pudieran comunicarse, incluso con voz a través de ordenador. La evolución fue fantástica, el chico se graduó en secundaria e incluso fue a la universidad. Pero tenía un sueño, que era participar en un tetratlon, pues esto le haría muy feliz, demostrándose asi mismo que el también podía. Su padre no se lo pensó dos veces y lo hizo por amor a su hijo. Y es que EL AMOR ES LO ÚNICO QUE LLENA EL CORAZÓN DEL SER HUMANO.
Esta historia de amor es un ejemplo para todos, porque se puede.
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